23 junio 2014

Qué fue de... Dahlin

Volvemos a la década de los 90 para ver a nuestro protagonista de hoy, uno de esos jugadores que siempre tuvo un mejor rendimiento en la selección de su país que en los clubes en los que militó durante su carrera. Fue una de las grandes estrellas del Mundial del 94 y solo las lesiones y su irregularidad acortaron su carrera.

Martin Nathaniel Dahlin nació el 16 de abril de 1968 en Uddevalla, pequeña localidad costera situada en la provincia de Västra Götaland (Suecia). De padre venezolano y madre sueca (de ahí su característico color de piel), ambos decidieron ponerle el nombre de Martin en referencia a Martin Luther King. Por motivos profesionales su familia se trasladó a la ciudad de Lund, al sur del país, y fue allí, en el Lunds Bollklubb, donde comenzó a dar sus primeros pasos en el fútbol amateur.

En el club 'amarillo y blanco' fue ascendiendo rápidamente, llamando la atención de los ojeadores del Malmö FF, equipo con el que firmó su primer contrato profesional en 1986. Un año después, el técnico inglés Roy Hodgson lo sube al primer equipo 'Himmelsblått' y en 1988 (su primera temporada en la Allsvenskan) fue la estrella goleadora del equipo con 17 tantos en 21 partidos. Allí permaneció cuatro temporadas, ganando dos títulos ligueros (1988 y 1989) y una Svenska Cupen (1988–89).

Sus grandes temporadas en la liga sueca le valieron el traspaso a la Bundesliga para jugar en el Borussia VfL Mönchengladbach. El técnico austriaco Bernd Krauss deposita su confianza en él, y pronto se gana un nombre en el fútbol germano a base de goles. En 1993 es galardonado con el 'Guldbollen', Balón de Oro al mejor jugador sueco del año.Y en la temporada 1994-95 gana la DFB-Pokal (Copa de Alemania) junto a jugadores como Uwe Kamps, Patrik Andersson, Thomas Kastenmaier, Heiko Herrlich, Bachirou Salou o el gran, pero muy díscolo, Stefan Effenberg.

En el año 96, tras vencer su contrato con el Gladbach entró en negociaciones con la Juventus italiana. El conjunto alemán reclamó el pago de un traspaso, basándose en una cláusula del contrato de Dahlin que permitía una ampliación automática de doce meses. "Estaba bastante seguro de que aceptarían, por lo que rechacé algunas ofertas de otros clubes, como el Bayern de Múnich, la Fiorentina, y otros equipos europeos". Finalmente es fichado por la AS Roma de Carlos Bianchi pero, a pesar de coincidir con su compañero en la selección Jonas Thern, su dificultad para adaptarse al calcio hizo que apenas dispusiera de oportunidades, y a mitad de temporada es cedido al Borussia Mönchengladbach.

Al año siguiente fichó por el Blackburn Rovers FC, donde tras seis meses sufrió una grave lesión en la espalda durante un entrenamiento que lo apartó de los terrenos de juego durante toda la temporada, y que generó un contencioso judicial entre su equipo y Avon Insurance, la aseguradora. Aunque en un principio se dió un veredicto inicial a favor del club, en 2005 el Tribunal de Apelación dio marcha atrás, por lo que el 12 de abril de 2006, el Tribunal Supremo dictaminó en favor de la compañía de seguros, decretando que el jugador probablemente tenía una condición preexistente. De Inglaterra se marchó cedido a Alemania para jugar en las filas del Hamburger SV (donde apenas jugó 8 partidos de liga) y poner punto y final a su carrera deportiva al finalizar la temporada. "Me di cuenta de que no podía seguir jugando, tenía 30 años cuando me retiré, pero estoy muy agradecido de haber podido vivir todas las experiencias que me tocaron".

Internacional por Suecia, debutó el 17 de abril de 1991 en un partido amistoso ante Grecia en el Estádio Olímpico de Atenas, convirtiéndose en el segundo jugador 'de color' que jugaba con la selección sueca (Jean-Paul Vonderburg debutó en un amistoso previo a Italia'90). Jugó un total de 60 partidos, marcando 29 goles. Participó en la Eurocopa de Suecia'92 y en el Mundial de USA'94, donde los pupilos de Tommy Svensson quedaron en tercer lugar, al ganar a Bulgaria (4-0) en la final de consolación. Dahlin realizó un gran campeonato marcando 4 goles (uno a Camerún, dos a Rusia, y otro más a Arabia Saudita), uno menos que su compañero en el ataque 'Blågult' Kennet Andersson. 

Tras su retirada se convirtió en agente deportivo junto a su compañero y amigo Roger Ljung (ambos jugaron juntos en el Lunds BK y en el Malmö FF). Comenzó a trabajar en la Roger Ljung Promotion AB y posteriormente formó su propia agencia (MD Management) donde representa a jugadores como Ola Toivonen, Guillermo Molins, Marcus Rosenberg, Jonas Olsson o Behrang Safari. Además tiene una firma de ropa que lleva su nombre. Por otra parte, también aparece esporádicamente como comentarista de fútbol. Dahlin trabajó para la cadena sueca TV4 durante el Mundial de Corea del Sur y Japón de 2002.

19 junio 2014

La debacle de España si tiene nombre propio

Ya está, se acabó. El ciclo más glorioso de la selección española ha tocado a su fin. Nadie había levantado tres títulos consecutivos y ganar el cuarto se antojaba complicado, pero un final tan agrio no estaba en nuestros planes. El campeón fue un esperpento futbolístico, sin toque, sin madurez, sin recursos, sin ideas. La realidad es la que es, nos ha faltado brillo en el juego, en los ojos, en la intención de competir, nos ha faltado físico y, lo que es peor, personalidad.

Los señalados tras la eliminación han sido varios. Del Bosque, la defensa, el equipo... Los blancos de todas las miradas han sido varios pero para mí, la culpa ha sido del entrenador salmantino. ¿Razones? Muchas. La primera, es que esto no es un equipo donde el entrenador llega y se encuentra una plantilla ya hecha y en la que tan solo puede hacer dos o tres cambios. El fútbol de selecciones debe ser eso, 'seleccionar', y este año Del Bosque no lo hizo. Para muchos, la convocatoria no fue la ideal para acudir con garantías a Brasil. Ramos y Piqué han estado mal, Sergio Busquets ha estado todavía peor (se supone que su gran virtud es saber encontrar a sus interiores, y es que en estos dos partidos ni se ofrecía para ser alternativa en la salida del balón), Casillas sencillamente no ha estado, David Villa y Xavi se retiran del fútbol de primer nivel, Torres no es ni la sombra de lo que fue en 2008, Diego Costa no debería de haber ido después de su colección de lesiones en los últimos partidos con su equipo, Llorente, Isco, Carvajal, Alberto Moreno o Negredo no fueron seleccionados... Es que podría ser muy muy largo. 

Del Bosque es un seleccionador que no ha sabido, querido o atrevido a relevar a determinados jugadores que no estaban en su mejor estado. Que no ha sabido, querido o atrevido llevar a jugadores con mejor forma y que han jugado bien todo el año. Que no tenía planes alternativos. Es un entrenador que no ha sabido leer ninguno de los partidos ni antes, ni (lo que es peor) durante el partido. Se le vio superado en el duelo táctico tanto contra Van Gaal como contra Sampaoli. España jugó dos partidos en cinco días contra dos selecciones que jugaron con cinco hombres atrás (tres centrales y dos carrileros), con doble pivote y un 'diez' detrás de los dos delanteros; y no ha mirado el lado estratégico del juego, no ha buscado crear desequilibrios por las bandas, ha acumulado mucha (demasiada) gente interior, ha intentado buscar el pase por el centro, pero nunca a las bandas, donde Holanda y Chile eran más vulnerables con solo dos carrileros que además, atacan muchísimo.

Es cierto, y nadie lo puede negar, que es un grandisímo gestionador de grupos, pero desde lo táctico deja mucho que desear. Y ya no hablemos de su labor para realizar un relevo generacional, o al menos un inicio. Estiró demasiado la goma, hasta que no pudo más. Tuvo la Copa Confederaciones para introducir nuevos elementos a la selección y no lo hizo. La final del pasado año (a la que llegamos después de un empate a cero y penaltis contra Italia) contra Brasil fue un aviso que Del Bosque no vio, o que, conscientemente desatendió para 'homenajear' a aquellos que fueron grandes jugadores. 

Y luego está la prensa, que también ha tenido gran parte de culpa. Una determinada prensa que ha ensalzado, alabado e idolatrado a unos jugadores y una forma de jugar que aburre hasta la saciedad, y menospreciando otras formas de jugar como si antes de esta selección no hubiera existido el fútbol. Prensa que ha laminado a todo aquel que osaba planteamientos distintos, prensa que parece no haber visto o leído sobre el Brasil de Suecia o de México, la Holanda de los 70, la Francia de Zidane etc... En la prensa internacional ya están haciéndole el funeral al 'tiki-taka' y yo me pregunto si en verdad existió ese dominio de un estilo o si simplemente eran once jugadores muy buenos que han entrado en decadencia. Viendo la magnitud del descalabro y repasando todas aquellas eliminatorias en las que pasamos por pura suerte (donde antes caíamos) acaba uno dándose cuenta de que eso del estilo ha sido una gran mentira (aunque en Barcelona todavía sigan creyendo en ello). Y es que, cada vez estoy mas convencido, que España y el Barcelona fueron lo que fueron mientras Xavi fue 'el gran Xavi'.

Es verdad que los ciclos se terminan con derrotas, pero lo de ayer no fue fin de ciclo, se veía venir y fue la imagen clara de la incapacidad por abrir uno nuevo. Ahora toca el cambio, la renovación y el futuro... y primer aviso: no le pidamos a los nuevos que lo vuelvan a ganar todo. Conformémonos con competir cara a cara contra cualquiera.

18 junio 2014

DORSALES MÍTICOS: 9 Osgood

Nuestro protagonista de hoy, fue el jugador bandera de aquel Chelsea de finales de los 60 y principios de los 70. Fue icono de una generación y se convirtió en todo un fenómeno social. Su leyenda, la de un deportista a medias, pues su presencia, sus largas patillas y su personalidad hicieron estragos entre las chicas y la noche londinense. Peter Osgood viajó incesantemente de la alfombra verde de Stamford Bridge hasta las alfombras rojas que cubrieron el asfalto de King's Road. Pues en aquel césped y en aquella calle latió el corazón de un 'Rey' que arrasó la noche londinense a golpe de glamour, codeándose con personajes como George Harrison, Paul McCartney, Mick Jagger, Richard Attenborough o Steve Mc Queen.

Peter Leslie Osgood nació el 20 de febrero de 1947 en Windsor, pequeña y próspera ciudad del condado de Berkshire (Inglaterra). Ingresó en la categoría junior del Chelsea FC para debutar con la camiseta del club de Fulham Road en un partido de la League Cup, un 16 de diciembre de 1964, frente al Workington AFC. Su debut no pudo ser más esperanzador puesto que los dos goles llevaron la firma de aquel espigado delantero de apenas diecisiete años. Se convirtió en un jugador clave en las alineaciones del equipo reserva, anotando 30 goles en 20 partidos. Tras una excelente temporada y una gran gira veraniega en la cual marcó 12 goles en 8 partidos, el entrenador Tommy Docherty lo ascendió a la primera plantilla.

Osgood encadenó una racha de doce tantos en ocho partidos y adornó su carrera de goles y aplausos. Especialmente intensa y destacable la estelar actuación que protagonizó en un histórico partido de la Copa de Ferias (posteriormente Copa de la UEFA) ante la AS Roma, recordado como 'La batalla de Stamford Bridge'. La leyenda de Osgood acababa de dar sus primeros pasos, aquellos que le llevaron a firmar un auténtico golazo tras una carrera de sesenta metros ante el Burnley FC, en una acción, que aunque no definía su estilo de juego, le catapultó definitivamente al estrellato y le consolidó en el primer equipo. Poco a poco y a base de goles se fue convirtiendo en la estrella del equipo. En 1966 se quedó fuera de la lista para el Mundial, un duro revés en la carrera de Osgood, que vivió otra situación muy delicada aquel año, cuando el 6 de octubre fue víctima de una durísima entrada del defensa del Blackpool FC, Emlyn Hughes, y que puso en serio peligro su carrera. Afortunadamente se sobrepuso a tiempo para volver a hacer historia con la camiseta azul del Chelsea, firmando unos registros goleadores realmente envidiables.

El fantasma de las lesiones regresó a su carrera, por lo que inteligentemente, y por recomendación de Dave Sexton, retrasó su posición, demostrando en su nueva demarcación toda su grandeza. 'Ossie' se destapó entonces como un llegador letal, que logró mantener sus excelentes y habituales registros goleadores. Aquellos que solo pueden ser calificados como sobresalientes, puesto que firmó 148 goles en 369 partidos como jugador 'blue'. Fue figura clave en la consecución de la FA Cup de la temporada 1969-70, marcando en todos los partidos de la competición incluyendo en auténtico golazo en la final contra el 'archienemigo' de la época, el Leeds United FC. Un tremendo cabezazo en plancha en el replay dio a los 'blues' la tan ansiada Copa que tres años antes habían perdido ante el Tottenham Hotspur FC.

Ganar la FA Cup hizo que el Chelsea se clasificara para jugar la Recopa de Europa en la temporada 1970-71. Las victorias ante el Aris Thessaloniki FC y ante el PFC CSKA Sofia lo llevaron a los cuartos de final, donde lograron derrotar al Club Brugge KV en una dramática remontada. Teniendo una desventaja de 2-0 después del partido de ida, Osgood sacó la casta por el equipo y logró empatar el marcador global a sólo 9 minutos del tiempo completo en el partido de vuelta. Al final los 'blues' se impusieron por 4-0 en el tiempo extra. En semifinales se enfrentaron al Manchester City FC, llegando a la final contra el Real Madrid CF de los Benito, Zoco, Pirri, Amancio, Gento... En el primer partido ambos equipos empataron a un tanto, pero un raro gol de Dempsey y un disparo por parte de Osgood en el partido de desempate (jugado sólo dos días después) fueron suficientes para sellar la victoria del Chelsea por 2-1 y el honor de haber ganado su primera competición europea.

A pesar de ser muy querido por la afición, su fama de playboy (destacó su 'affair' con la famosa actriz Rachel Welch) le tildó en ocasiones de ser muy poco profesional y por ello, en marzo de 1974, el entrenador Dave Sexton, con quien tuvo varios 'encontronazos' decidió venderlo al Southampton FC por 250.000 libras, todo un dineral para la época. Con 'The Saints' vivió el descenso a la Second Division en su primera temporada, aunque ganaría nuevamente la FA Cup en la temporada 1975-76 al vencer (1-0) al Manchester United FC. Un año después fue cedido al Norwich City FC, con los que apenas jugó tres partidos, para volver al Sur de Inglaterra al finalizar la temporada.

A principios de 1978 hizo las maletas y se fue a la emergente North American Soccer League de los Estados Unidos donde jugó para los Philadelphia Fury, equipo que contó en sus filas con los también ingleses Alan Ball y Colin Waldron, o los irlandeses Johnny Giles, Pierce O'Leary y John Dempsey. El paso de Osgood por la NASL fue más que decepcionante y tan solo anotó un gol en 22 encuentros por lo que decidió hacer, nuevamente, las maletas para regresar a Londres.

Cuatro años después de su salida, volvía a Stamford Bridge para salvar a un Chelsea en bancarrota y al borde del descenso. En su regreso volvía a anotar para poner su equipo delante, aunque aquella tarde el Chelsea perdería (7-2) ante el Middlesbrough FC. El regreso de Osgood cambió muy poco la suerte del club, el equipo quedó último y descendió con sólo 5 victorias y 27 derrotas, convirtiéndose en una de las épocas más oscuras del Chelsea. Osgood jugó un solo partido en la Second Division, ya que no contaba mucho para el nuevo entrenador Geoff Hurst, por lo que puso punto y final a su carrera en diciembre de 1979.

Internacional con Inglaterra, debutó de la mano de Alf Ramsey, el 25 de febrero de 1970, en un encuentro amistoso ante la selección de Bélgica que finalizó con marcador de 3-1 a favor de los ingleses. Ramsey pensó en él para el Mundial de Inglaterra'66, incluyéndolo en una pre-selección, aunque finalmente lo dejó fuera en beneficio de estrellas más consolidadas. Si jugó dos partidos (saliendo como reserva) en el Mundial de México'70 ante las selecciones de Rumanía y Checoslovaquia. Con los 'pross' jugó tan solo en cuatro ocasiones, sin haber marcado un solo gol.

Tras su retirada, comenzó a trabajar dando charlas y conferencias, y a hacer de comentarista deportivo en televisión. También mantenía vínculos corporativos con el Chelsea, y una página web en la que comentaba los partidos de su club de siempre. Genio y figura, Osgood jamás escondió la realidad que vivía fuera de los terrenos de juego: "Mi vida me encanta. Conduzco un coche de carreras, apuesto lo que me da la gana, tengo todas las chicas guapas que quiero y me bebo una botella de vodka al día. Encima, me pagan por jugar al fútbol, y la gente me quiere. ¿Qué más puedo pedir?". Aquel endiablado estilo de vida le cobró factura con el paso de los años, dicen que envejeció prematuramente y que perdió todo el glamour que le había llevado a convertirse en leyenda dentro y fuera de los terrenos de juego. 'Ossie' falleció, víctima de un ataque al corazón, el 1 de marzo de 2006. Sus cenizas fueron enterradas, en una ceremonia a la que asistieron más de 2.000 seguidores 'blues', bajo el césped de Stamford Bridge, bajo el área del Shed End. Una buena prueba de lo que Osgood significó para el club de Fulham Road. Cuatro años después de su muerte, el 2 de octubre de 2010, el club descubría una estatua en su honor a las puertas del estadio, junto al West Stand. Osgood quedaba para siempre como un testigo perenne de los éxitos del club.

05 junio 2014

La 'extraña' camiseta azul de Argentina en 1986

Hoy traemos una curiosa historia cuyo protagonista es la camiseta que lució Argentina contra Inglaterra en el Mundial de México'86. Y es que las camisetas también son historia viva de los Mundiales. Son la vestimenta para la gala de esta fiesta del fútbol. Hoy no existe la improvisación, nadie olvida una camiseta alternativa y de antemano se sabe con qué colores se juega. Ahí están los nuevos modelos, esos que serán expuestos en todas las tiendas, listos para ser lucidos a todo el mundo. De todos modos, nada indica que no sigan apareciendo hermosas historias con las camisetas de las selecciones.

México organizó el Mundial de 1986, y por aquel entonces la mayoría de las selecciones estaban preocupadas por cómo el calor y la humedad iban a afectar a los jugadores. Argentina llevó camisetas con una tela más liviana y con agujeritos (las Air-Tech) pero sólo en la titular, la celeste y blanca. Ante Uruguay, en los octavos de final, jugó con la segunda equipación, una azul de algodón, y Carlos Bilardo fue rotundo: No se podía volver a jugar con aquella 'armadura'. Combatir la altura y el calor era una prioridad en la hoja de ruta del entrenador bonaerense, que incluso le pidió a los jugadores que llegaran a México con dos kilos de sobrepeso porque, decía, la altitud se los quitaría durante el torneo (ya en el Mundial, Bilardo pasaba por las habitaciones de los futbolistas con bandejas de sándwiches sin preocuparse por los extras de grasas, hidratos o azúcares).

La FIFA ya había informado a la delegación argentina, que en los cuartos de final ante Inglaterra había que utilizar nuevamente la equipación azul, así que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) solicitó a Patricio D'Onofrio, representante de Le Coq Sportif (marca francesa que patrocinó a la selección 'albiceleste' entre 1980 y 1989), que fabricara de manera urgente un modelo con una tela similar a la de la primera equipación. "Imposible con tan poco tiempo", fue la respuesta que recibieron.

A solo tres días del partido, Bilardo (terco como pocos) le ordenó a Rubén Moschella, gerente administrativo de la AFA, que recorriese las tiendas de deportes del Distrito Federal para buscar camisetas azules de la marca gala que fueran de su agrado. Tras horas de búsqueda, Moschella regresó al hotel de concentración con dos modelos. Bilardo, junto a su ayudante técnico, Carlos Pachamé, y el utillero Tito Benrós las pesaron pero no se decidieron, hasta que Maradona entró en escena. El diez argentino pasó por el lugar y el técnico le pidió consejo. Diego las miró, las palpó y sentenció: "Qué linda ésta. Con esta camiseta le ganamos a Inglaterra, Carlos".

Moschella volvió a la tienda y compró 38 unidades para los 19 jugadores de campo: una para cada tiempo. Un diseñador del Club América bocetó de urgencia el escudo de la AFA (delineó un trazado bastante parecido al original, aunque con las prisas omitió los laureles que circundan las siglas de la AFA). Entonces fue cuando entraron en acción las bordadoras del 'club crema', que cosieron los parches del escudo recién hecho. Sólo faltaban los números, y ante la urgencia, se consiguieron unos plateados de fútbol americano, que fueron planchados en las nuevas camisetas. 

La camiseta elegida por Diego Armando Maradona ya estaba lista, y el diez se preparaba para jugar el partido ante los ingleses. Horas después, Maradona hacía historia con 'la Mano de Dios', con uno de los mejores goles de la historia de los Mundiales y vistiendo una camiseta con dos tonos de azul, comprada de urgencia por Moschella en una tienda olvidada de la capital mexicana.

Reconstruir el camino que siguieron esas camisetas después del partido es imposible, aunque de algunas se sabe su destino, en especial las dos de Maradona. Una la sigue guardando el jugador en su colección personal, mientras que la otra, la que vistió en el segundo tiempo y que en definitiva es la más valiosa, se exhibe en el National Football Museum de Manchester. Fue cedida por Stephen Hodge, un ex-futbolista inglés, que jugaba como centrocampista y que tras el partido intercambió su camiseta con la de Maradona. Tras tenerla varios años en su casa y luego en un banco (por su alto valor económico), Hodge la cedió al Museo.