31 julio 2013

El Monaco de Rybolovlev y Ranieri

Sin duda alguna uno de los focos de interés de esta próxima temporada será el AS Monaco FC. El equipo, propiedad del magnate ruso Dmitry Rybolovlev, ha invertido durante este verano una cantidad importante de dinero y ha conseguido que pocos se acuerden ya de que hace unos meses disputaba partidos en la Ligue 2, la segunda división del fútbol francés, después de un descenso dramático que ensució su gran historia en el fútbol durante los últimos veinte años, no en vano guarda en su palmarés siete ligas, cinco Copas de Francia y una Copa de la Liga. Además pudo soñar con optar a un título europeo llegando a la final de la Recopa de Europa en la temporada 1991-92 y a la final de la Champions League en la 2003-04,

Todo este dinero con el que se pretende reverdecer el esplendor del equipo 'Rouge et Blanc' proviene de la exitosa carrera de un ciudadano ruso, hijo de médicos y cardiólogo de profesión, que comenzó a ganar mucho dinero con negocios relacionados con la medicina, con la privatización de los bienes del Estado ruso, la creación de un banco, la adquisición de acciones de las grandes empresas de la industrial Perm, su ciudad natal en los Urales, y la concentración de capital en el sector de fertilizantes.

A su favor juega, además, el particular paraíso fiscal del Principado monegasco, donde no se paga el impuesto de sociedades y donde los futbolistas no pagan impuestos. Un arma a favor de Rybolovlev para convencer a rutilantes estrellas de que se incorporen a su gran proyecto en Monaco. Aunque esta situación está siendo amenazada por los nuevos impuestos para millonarios del gobierno francés y por los organismos del fútbol galo, que exigen al Monaco instalarse en suelo francés.

Para el reto del 'ascenso inmediato' se consiguió convencer a un técnico con experiencia como lo es el italiano Claudio Ranieri. Y es, en estos días, cuando uno se cuestiona si es acertado, o no, darle a un entrenador bastante conservador (no descubrimos nada al afirmar tal cosa) un equipo con tanto potencial. Porque seamos serios, la carrera de Ranieri tuvo un punto de inflexión desde que salió del Valencia, y sin salir del primer nivel de los banquillos europeos (At. Madrid, Chelsea, Juventus, Roma e Inter), no ha conseguido dar un paso más en lo que propone su pizarra, y se ha ido ganando con el paso de los años la fama de entrenador poco dado a los riesgos, ya que sus equipos se imponen haciendo lo justo.

En estos días el técnico romano ha declarado que a pesar de los fichajes que ha hecho Rybolovlev (James Rodríguez, João Moutinho, Ricardo Carvalho, Radamel Falcao, Jérémy Toulalan, Éric Abidal, Fabinho, Nicolas Isimat-Mirin y Gaetano Monachello) está todavía un paso por detrás de Marsella, Lyon o PSG para ser un verdadero equipo. Unas declaraciones que si bien son ciertas, presentan cierto respeto hacia los rivales y la competición, y transmiten poca ambición, algo totalmente en desacuerdo con el esfuerzo económico del club para tener a su disposición a jugadores de primer nivel.

Nunca me he mostrado a favor de las 'nuevas fortunas' que entran en el fútbol y que comienzan a coleccionar estrellas como si de cromos se tratara. Es cierto que es otra forma de entender la competición, yo no la comparto, pero es cierto que en este fútbol moderno de hoy, el dinero marca la línea entre los equipos que compiten por los títulos y los que compiten en busca de la mejor posición posible dentro de los torneos que disputan. 

En base a esta disposición, el Monaco, le guste a Ranieri o no, deberá luchar por el título liguero. Es cierto que tanto el OM como el Lyon son equipos bien trabajados desde hace tiempo, y que el PSG parte con cierta ventaja, pero eso no quita que con los 'recursos deportivos' con los que ya cuenta (y puede que no sean los últimos) deban plantar cara tanto en un duelo directo, como a lo largo de las treinta y ocho jornadas de la Ligue 1.

Unidos por un sueño


Título Original: Der ganz große Traum
Año: 2011
Duración: 113 min.
País: Alemania
Director: Sebastian Grobler
Guión:  Sebastian Grobler, Raoul B. Reinert, Philipp Roth, Johanna Stuttmann
Reparto: Daniel Brühl, Burghart Klaußner, Thomas Thieme, Justus von Dohnányi, Jürgen Tonkel, Vincent Kastner, Kathrin von Steinburg, Axel Prahl, Theo Trebs, Adrian Moore, Till Valentin Winter, Lennart Betzgen, Tim Blochwitz, Josef Dragus, Fabio Seyding, Sten Horn, Henriette Confurius, Josef Ostendorf, Anna Stieblich, Milan Peschel, Tomas Spencer, Christina Große, Max Gertsch, Michael Hanemann, Rüdiger Kuhlbrodt, Aljoscha Stadelmann
Productora: deutschfilm GmbH / Cuckoo Clock Entertainment / Senator Film Produktion
Género: Drama

Esta magnífica cinta es una propuesta que ensalza los valores de la educación y el aprendizaje teniendo a grandes actores como protagonistas. Sebastian Grobler propone el mismo dilema presente en otras películas como 'Los chicos del coro' o 'El club de los poetas muertos': el sistema educativo del colegio funciona, ¿es preciso cambiarlo para mejorar o es preferible dejarlo todo como está y no arriesgar? ¿Podrá el nuevo profesor introducir cambios en la didáctica sin que la institución se resquebraje o le despidan?

Basada en una historia real (aunque alterando algún acontecimiento histórico con la intención de que el filme se desarrolle de la forma más armónica posible), esta cinta nos trae la historia del profesor Konrad Koch, iniciador de la práctica del fútbol en una escuela durante época imperial alemana de finales del siglo XIX.

Von Merfeld, director del colegio Martino-Katherineum de Braunschweig, ha contratado a Koch como uno de los primeros profesores de inglés con el fin de introducir nuevos aires en la caduca institución. Pronto, Koch se da cuenta de lo necesario que es introducir muchas otras reformas, y es que ese idioma no tiene ningún interés entre sus alumnos, todo lo que los chicos saben de Inglaterra parte de prejuicios comunes transmitidos de una generación a otra. 

Para atraer la atención de sus alumnos les enseñará a jugar al 'football' (un curioso deporte que Koch conoció cuando estudiaba en Oxford), mientras a la vez hablan en inglés. Este juego conseguirá que los alumnos olviden sus diferencias sociales, la dura disciplina del sistema educativo prusiano de la época y se convierta en la gran pasión de todos, pero los padres de los alumnos no lo verán con buenos ojos por lo que impedirán continuamente que los chicos jueguen al fútbol. Todos quieren deshacerse de Koch a cualquier precio, pero entonces sus estudiantes toman la iniciativa y la película se convierte en una lucha por la legalización de este nuevo deporte, como si de una droga se tratase. Una película que entusiasmará a los aficionados al fútbol.

28 julio 2013

DORSALES MÍTICOS: 10 Scifo

Hoy volvemos al fútbol europeo de los años 80 y 90 para recordar a uno de los centrocampistas de más nivel en la historia del fútbol belga. Enzo Scifo era un jugador con una calidad técnica muy por encima del resto, que tenía una capacidad para el último pase poco usual y un regate que le hacía despegarse de los rivales con gran naturalidad.

Vincenzo Daniele Scifo nació el 19 de febrero de 1966 en Haine-Sant Paul, lo que hoy es conocido como La Louvière, una pequeña ciudad de la provincia de Hainaut, en la Región Valona (Bélgica). De padres sicilianos, comenzó a jugar a los siete años en las categorías inferiores del RAA Louviéroise de su ciudad natal. Superdotado técnicamente, fue acumulando goles, logró más de 400, y jugadas geniales con el conjunto 'verdiblanco', de modo que en 1982 captó la atención del gran club de la capital, el RSC Anderlecht. Con 17 años debuta en la Primera División belga y la expectativa por su debut fue gigantesca. El joven Enzo empezó a alternar en el primer equipo, pronto se asienta en el once titular y fue pieza clave en la Copa UEFA de ese año, donde el conjunto 'Mauve et Blanc' llegó a la final que perdió con el Tottenham inglés en la tanda de penaltis. Muy pronto se convirtió en el lider del equipo, con los que consiguió ganar 3 Ligas consecutivas (1984–85, 1985–86 y 1986–87) y 1 Supercopa belga (1985).

A partir de aquí, comienza a tomar una serie de decisiones que no ayudarán demasiado a su rendimiento. Sea porque en sus equipos no tienen demasiada paciencia o que el mismo Scifo ha crecido demasiado rápido, y no logra establecer una gran regularidad en su juego. En 1987 decide abandonar el Anderlecht para conquistar las tierras de sus ancestros. Fichó por el FC Internazionale Milano de Giovanni Trapattoni. Perdido entre la constelación de estrellas del conjunto 'nerazzurro' (entre ellos Daniel Passarella, Aldo Serena, Giuseppe Baresi o Alessandro Altobelli), es cierto que disputó 28 partidos y marcó 4 goles, pero nunca llegó a rayar a la altura acostumbrada y, tras pasar una temporada con más pena que gloria, emigró a Francia para jugar en el FC Girondins de Bordeaux donde, tras unos inicios alentadores, fue languideciendo poco a poco lastrado tanto por las lesiones como por sus conflictivas relaciones con algunos de los miembros del equipo.

En el verano de 1989, Guy Roux, el legendario entrenador del AJ Auxerre, se lo llevó a su equipo y recuperó al Scifo que triunfó en Bélgica. El técnico francés le entregó a Scifo la batuta del equipo y el belga, al sentirse líder de nuevo, volvió a encontrar su mejor juego. Tras dos temporadas en el club de la Borgoña (en las que juega 67 partidos y marca 25 goles), en 1991 volvió a probar fortuna en el fútbol italiano vistiendo la camiseta del Torino Calcio. En Turín, bajo la dirección de Emiliano Mondonico, se convirtió en uno de los líderes del equipo más legendario del país transalpino, con los que llegó, en su primera temporada, hasta la final de la Copa de la UEFA que perdieron (por el valor doble de los goles) frente al Ajax de los Bergkamp, Jonk, Winter, Blind, Frank de Boer o Van't Schip. Si ganaron la Copa italiana de la temporada 1992-93 ante la AS Roma, último título importante del equipo de Turín hasta hoy.

En el verano de 1993, el AS Monaco (entonces dirigido por un jovencísimo Arsène Wenger) lo tentó para que regresara el fútbol francés. En la Costa Azul coincide con jugadores como Jürgen Klinsmann, Youri Djorkaeff, Lilian Thuram o Emmanuel Petit. Durante cuatro temporadas Scifo reinó en el Principado y se convirtió en el líder de un club en alza forjando, definitivamente, su reputación en los terrenos de juego franceses. Tras unos años con malos resultados y en donde pasaron cuatro entrenadores por el banquillo del Louis II, la llegada de Jean Tigana hizo que el equipo quedara tercero en la temporada 1995-96, clasificándose para la Copa de la UEFA. La temporada siguiente el equipo llegó a las semifinales de la competición continental, donde cayeron ante el Inter de Milán. Mucho mejor les fue en la Liga que ganaron quedando por encima de PSG y Nantes, gracias al juego de Scifo y a los goles de jugadores como Sonny Anderson, Victor Ikpeba o Thierry Henry.

En 1997, ya con 31 años, un veterano Enzo regresó al Anderlecht donde ganó la liga belga de la temporada 1999-2000, después de que una grave fractura de clavícula lo tuviera alejado de los terrenos de juego durante varios meses. Al finalizar esa temporada fichó por el que sería su último club, el Royal Charleroi SC, aunque una artritis crónica en la rodilla derecha le impediría rendir al máximo nivel, jugando solo 12 partidos y marcando el final de su carrera (con 35 años) al finalizar la temporada 2000-01. 

Internacional por Bélgica, debutó con la selección el 6 de junio de 1984 ante Hungría en el estadio de Heysel, en un amistoso de preparación para la Eurocopa de Francia, a la que fue convocado con apenas 18 años. Su siguiente partido fue tan solo una semana después, ante Yugoslavia, a la que ganaron 2-0. Scifo mostró un gran nivel siendo el mejor del partido. Las posteriores derrotas ante Francia (5-0) y Dinamarca (3-2) no permiten a Enzo seguir deslumbrando, pero el fútbol belga ya tiene un nuevo ídolo. Un jugador capaz de dirigir toda la ofensiva del equipo, gracias a un fútbol cerebral, caracterizado por su depurada técnica, el control del juego, el pase certero y la llegada al área.

Participó, además, en cuatro ediciones de la fase final de la Copa del Mundo. En México'86 Scifo, entonces en su mejor época, condujo con maestría y juventud, a los 'Diables Rouges' a su mejor actuación en un Mundial, cayendo en semifinales ante la Argentina de Maradona y ganando la tercera plaza ante la Francia de Platini. Su talento fue conocido por todos y la FIFA lo eligió como segundo 'Mejor Jugador' del campeonato, por detrás del alemán Lothar Matthäus, y lo premió como el 'Mejor jugador joven'. En Italia'90 vuelve a ser la máxima referencia de su selección. Caen en los octavos de final ante Inglaterra, pero Scifo vuelve a mostrar su enorme talento. Cuatro años después, en el Mundial de Estados Unidos, Bélgica llegaba con un buen equipo, pero un golazo de Owairan los relegó a la tercera plaza, y una carambola en el cruce de octavos ante Alemania, los dejó fuera antes de tiempo. En Francia'98 la selección belga no pasó de la fase de grupos incapaz de ganar ningún partido. Tres empates ante Holanda (0-0), México (2-2) y Corea del Sur (1-1) los dejaban fuera de la lucha por el título. Su pésima relación con el seleccionador Georges Leekens hizo que su último partido fuera el disputado en el Parque de los Príncipes ante la selección surcoreana el 25 de junio de 1998. Ya con 32 años, Enzo dejaba paso a las nuevas generaciones tras jugar un total de 84 partidos y anotar en 16 ocasiones con la camiseta de la selección belga.

Tras colgar las botas, siguió vinculado al Royal Charleroi, asumiendo la dirección del banquillo para la siguiente temporada. Tras dos años en el conjunto de 'Les Zèbres', dimitió el verano de 2002. En diciembre de 2004 fichó como entrenador del AFC Tubize de la Segunda División belga. Nuevamente su experiencia en el banquillo 'Sang et Or' no fue exitosa y dimitió un año después, pasando a ocuparen enero de 2006, el cargo de Director Deportivo del club. A finales de diciembre de 2007, tras prácticamente dos años alejado de los banquillos, se pone al frente del Royal Excelsior Mouscron de la Jupiler Pro League (Primera División belga), puesto que abandona en junio de 2009. Desde febrero de 2012 es el entrenador del RAEC Mons de la Jupiler Pro League.

25 julio 2013

La mano maldita del fútbol español

A más de uno (y de dos), el nombre de Franco Gemma, probablemente no le dirá nada. Sin embargo, este niño de no más de 10 años es alguien que está ligado a la historia de España en los Mundiales, y a la más negra concretamente. Aunque no fallara un gol a puerta vacía, ni fracasara en su intento de atrapar un escurridizo balón, ni fallara un penalti decisivo, ni anulara incomprensiblemente un gol legal, hay una página dedicada a Franco Gemma en la historia negra de la selección española, junto a las de Cardeñosa, Arconada, Eloy, Salinas, Raúl, Al-Ghandour y Joaquín. Una historia negra que hasta hace no mucho era el pan nuestro de cada día.

Nos situamos en 1954, España se jugaba su pase al Mundial de Suiza en una eliminatoria contra Turquía, que no era un equipo muy sólido. La euforia había invadido a la selección, ya que España había completado su mejor actuación en un Mundial (4º puesto) en 1950, y se soñaba con hacer algo grande en tierras helvéticas. En la ida, disputada en el Santiago Bernabéu, España ganó sin problemas a Turquía (4-1). Dos meses después, la selección viajó a Estambul para jugar el partido de vuelta, donde los otomanos derrotaron a los españoles por 1-0 y ambos equipos tuvieron que disputar un partido de desempate, ya que en aquella época la FIFA no contemplaba el hoy archiconocido 'gol average' (sólo se contabilizaban el número de victorias), y la fórmula de los penaltis tampoco se había inventado. 

La victoria turca hacía necesario un partido de desempate, que la FIFA decidió que tuviera lugar tres días después en Roma. Las cosas comenzaron mal desde el primer momento. Poco antes de que los hombres de Luis Iribarren decidieran saltar al campo a jugar el partido, los integrantes de la Federación Española recibieron un telegrama de la FIFA en el que se comunicaba que Ladislao Kubala, no podría jugar el partido. El futbolista del Barcelona era un prodigio y estaba considerado como uno de los mejores jugadores del mundo. Fue un episodio polémico y todavía no aclarado, en el que los implicados de la expedición española aseguraron recibir el mensaje "Attention equipe espagnole situation jouer Kubala" que comunicaba la irregular situación del futbolista de origen húngaro. Todo apunta a que fue más bien un error de interpretación que nadie quiso reconocer, y que en el telegrama sólo se llamaba la atención sobre la situación del jugador, pero sin prohibir la participación. Mucho se ha escrito sobre aquella notificación y no hay nada claro. Parece que existía una denuncia sobre la situación de Kubala por parte de la federación húngara, que años antes había suspendido al jugador a perpetuidad. Por parte de Turquía no hubo protesta alguna y la FIFA, más tarde, negó que ese telegrama hubiera sido obra suya. Un asunto turbio que, mucho nos tememos, jamás verá la luz. Posteriormente Kubala no tuvo problemas para seguir jugando con la selección, cuya camiseta defendió hasta 1961.

Lo cierto es que el combinado español saltó al campo del Olímpico de Roma sin su jugador más determinante, lo cual, merma futbolística aparte, suponía un golpe psicológico importante. El partido acabó con un 2-2 en el marcador, y por lo tanto estábamos ante un nuevo empate. El partido se fue a los 30 minutos de prórroga, que tampoco sirvieron para alterar el marcador. Los federativos españoles intentaron forzar un segundo partido de desempate, pero el reglamento de la FIFA en este caso era tajante: "Si el tercer encuentro, con prórrogas de dos tiempos de quince minutos cada uno, no decide el resultado, el vencedor será designado por sorteo al terminar el partido, en presencia de un delegado de la Comisión Organizadora".

Media hora después, mientras los jugadores aguardaban expectantes la resolución en los vestuarios, en la sala de prensa del Estadio Olímpico tenía lugar el sorteo. Dos papelitos bien doblados, un recipiente de cobre a modo de urna y una mano inocente, la de un hijo de un trabajador del Estadio Olímpico. 'Il bambino', de nombre Luigi Franco Gemma, con los ojos vendados, introdujo la mano en la improvisada urna y sacó uno de los papeles, al abrirlo, leyó el nombre 'Turchie' (Turquía en italiano). España estaba fuera tras la eliminación más cruel de su historia.

Las críticas ante la inesperada derrota frente a una selección de segunda fila aceleraron la marcha, pocos días después, de Sancho Dávila, presidente de la Federación, y del seleccionador Iribarren, cuyo pobre papel al frente de la selección había sido muy censurado. La mano inocente de un niño había dejado a España sin Mundial. No volvería a disputar uno hasta Chile'62, y el cuarto puesto de 1950 fue durante décadas la mejor actuación lograda en un Campeonato del Mundo.

20 julio 2013

¡Ánimo Tito!

Tito Vilanova  ha vuelto a 'robar' titulares en la prensa deportiva. Ayer, Sandro Rosell anunciaba una nueva recaída del entrenador azulgrana. "Después de evaluar unas pruebas rutinarias de seguimiento de su dolencia, se le ha presentado la opción de seguir un tratamiento para combatir su enfermedad que resulta incompatible con la posibilidad de desarrollar la responsabilidad de seguir siendo el entrenador del primer equipo" relataba emocionado el presidente culé en la sala de prensa de la Ciutat Esportiva Joan Gamper.

Tito no se va porque así lo quisieran él o el club, y mucho menos por los malos resultados o conflictos de vestuario. Tito hace las maletas y se despide de la afición azulgrana, con el pesar y la impotencia de no poder cambiar su rumbo. Para vencer al cáncer se necesita más que un 4-3-3 o una filosofía de posesión absoluta. 

Vilanova se incorporaba a las categorías inferiores del Barça en 1984. Dio el salto al filial e incluso disputó tres amistosos con el primer equipo en la temporada 1988-89, aunque sería con el Celta con quien jugaría en Primera División, defendiendo también las camisetas de UE Figueres, RC Celta de Vigo, CD Badajoz, RCD Mallorca, UE Lleida, ElcheCF  y UDA Gramanet. Como técnico forjó su historia desde abajo, dirigiendo en 2001 a un destacado combinado cadete del Barcelona cuyas principales figuras eran Messi, Fàbregas y Piqué. Posteriormente dirigió al CF Palafruguell, a la UE Figueresy al Terrasa FC, equipos de humilde origen y escasa repercusión. Guardiola lo invitó a formar parte de su cuerpo técnico en 2007, significando un atajo en su camino a las grandes ligas. Los años transcurrieron y Pep se despidió por la puerta grande, entre florituras, agradecimientos e infinitas muestras de afecto de parte de la afición; para muchos un ciclo se cerraba, pero Tito le daba continuidad al enfundarse la camiseta como responsable principal del banquillo azulgrana.

A sus 44 años, el técnico de Bellcaire d'Empordà se despide como entrenador del Barcelona con un único título de liga, que no parece ser suficiente como para dejar un legado al mundo del fútbol, pero salir airoso de una lucha constante entre la vida y la muerte sería el máximo obsequio de Vilanova. Aunque las estadísticas no mienten, Tito Vilanova deja el equipo con un 71% de victorias. El Barcelona que dirigió, aún con una enfermedad punzante sobre sí, obtuvo un total de 100 puntos en la pasada liga, igualando el récord del Real Madrid, con un espectacular e histórico inicio de temporada.

Desde 'El Futbloglin' queremos apoyarlo en su lucha y mostrar todo nuestro cariño y solidaridad a su familia: ¡Ánimo Tito!

14 julio 2013

Van Ginkel, la última joya holandesa

La Eredivisie es, seguramente, la competición liguera más igualada en todo el planeta. Hasta cuatro equipos han ganado el campeonato liguero en los últimos diez años, y gran parte de culpa la tienen las canteras, donde muchos clubes holandeses han encontrado su propio filón para poder competir en igualdad y generar sus propias estrellas del futuro. El último ejemplo de producto nacional es Van Ginkel, líder de la medular del conjunto revelación y el mejor socio del máximo artillero del campeonato. Con su acierto, el Vitesse puede seguir soñando.

Marco van Ginkel nació el 1 de diciembre de 1992 en Amersfoort, pequeña localidad de la provincia de Utrecht (Países Bajos). El fútbol le viene de cuna, puesto que su padre, Alex van Ginkel, era delantero del FC Utrecht en la década de los 80. Marco comenzó a jugar cuando apenas contaba con siete años en el modesto SV de Valleivogels de su ciudad natal. Con la portería rival entre ceja y ceja, no tardó en mostrar un rendimiento superior al del resto de sus compañeros por lo que muy pronto su nombre estuvo en las agendas de las principales canteras holandesas. 

En 1999 se mudó a Arnhem, junto a la frontera alemana, para enrolarse en la Vitesse Voetbal Academie. Allí los técnicos fueron retrasando su posición, y encontró el emplazamiento perfecto para repartir asistencias y saciar todo su olfato goleador desde la segunda línea. Escaló peldaños en la cantera del SBV Vitesse durante seis años, y sin alcanzar aún la mayoría de edad debutó en el primer equipo, de la mano de Theo Bos, el 9 de abril de 2010 contra el RKC Waalwijk. En tiempos de inestabilidad institucional en el club 'Geel en Zwart', y con un rendimiento deportivo mediocre, Van Ginkel dio sus primeros pasos en el mundo del profesionalismo sin que el entorno supusiese una merma en su progresión. Bos contó con él en tres partidos más de la Eredivisie (NAC Breda, Roda JC y AFC Ajax) y dos de la KNVB Beker. Sin embargo, la carrera fulgurante de Marco se vio truncada a comienzos de la temporada 2010-11 cuando le fue diagnosticada la enfermedad de Pfeiffter (mononucleosis infecciosa) que lo tuvo alejado de los terrenos de juego durante algún tiempo y frenó su progresión. 

La temporada pasada, con John van den Brom en el banquillo del GelreDome, se consolidó en el once inicial convirtiéndose en uno de los líderes del conjunto de Arnhem (jugó 30 partidos de la Eredivisie y marcó 5 goles). Con la marcha del técnico de Amersfoort (la misma ciudad que Van Ginkel) rumbo al RSC Anderlecht belga el verano pasado, surgieron algunas dudas sobre su futuro en el conjunto de Fred Rutten, pero el joven centrocampista se encargó de disiparlas todas a base de goles y asistencias. Sus exhibiciones en el centro del campo del GelreDome (lleva jugados 332 partidos en los que ha marcado 8 goles y ha dado 10 asistencias) le han convertido en uno de los hombres a seguir dentro de la Eredivisie.

Van Ginkel no es un jugador fácilmente analizable desde el punto de vista táctico, ya que no sabría ubicarlo en un lugar concreto del campo. Salvando las distancias, es un jugador con un perfil parecido al del inglés Frank Lampard. Se mueve perfectamente en varias posiciones de ataque, puede jugar en cualquiera de las bandas dejándose caer a ellas con facilidad debido a su gran manejo del balón, buena técnica individual y habilidad para aprovechar espacios, aunque no es ni mucho menos un extremo holandés al uso. Por su pasado como segundo punta, muestra una gran facilidad para moverse con soltura por las inmediaciones del área rival, donde le gusta finalizar los ataques de su equipo (ya sea con su pierna derecha, con la cabeza, con la izquierda, de forma acrobática...). Su juego es sencillo y contribuye a dar fluidez a la circulación de balón, aprovechando la espalda de los zagueros para demostrar su sangre fría en los metros finales. No es un jugador excesivamente rápido ni dinámico, es espigado (186 cm y 76 kg), y su escaso desarrollo muscular le penaliza en el choque y en la explosividad de la carrera, pero lo compensa con una larga zancada. Otro de los aspectos a mejorar es la desconexión en algunos tramos del encuentro lo que le hace ser, en ocasiones, demasiado intermitente.

Internacional por Holanda, ha jugado en todas las categorías inferiores de la 'oranje' desde la sub-15, algo nada fácil para un jugador alejado de grandes canteras como las del Ajax, Feyenoord o PSV. Hoy en día, es una pieza básica en la sub-21 de Cor Pot (seguramente podremos verle en la Eurocopa del próximo verano), algo que no ha pasado inadvertido para Louis van Gaal, quien ya le hizo debutar con la selección absoluta, nada menos que frente a Alemania en el amistoso disputado el 14 de noviembre de 2012 en el Amsterdam Arena, donde sustituyó a Ibrahim Afellay en el minuto 59.

A pesar de tener contrato en vigor con el conjunto de Arnhem hasta junio de 2015, acaba de ser contratado por el nuevo Chelsea de Mourinho, que se ha anticipado a otros clubes británicos, como el Liverpool, Everton o Wigan. Además, otros conjuntos europeos como el Hamburgo alemán o el Milan italiano ya habían mostrado interés en contar con sus servicios para reforzar su línea medular de cara a un futuro próximo. En Londres tendrá que superar la presión de jugar en un campeonato de la categoría de la Premier League y convencer al siempre exigente entrenador portugués. Para lograr ambos objetivos, Van Ginkel dispone de otra virtud: ambición. Así lo evidenció al pronunciar sus primeras palabras como futbolista del Chelsea. "Quiero jugar y no sólo sentarme en el banquillo, eso es lo que espero... creo que puedo jugar partidos", señaló en la web del club.