12 julio 2010

Campeones del Mundo

Y por fin se cumplió el sueño, si, por fin lo hemos vivido... 11 de julio de 2010, una fecha para recordar. Yo había imaginado a Casillas levantando esa Copa. 18 kilates de oro puro, Algo más de 5 kilos de lágrimas de una afición esperanzada. Y me preguntaba si después de tantos años de mala suerte, del penalti fallido de Eloy en México, del codazo a Luis Enrique en Estados Unidos, del 'robo' de Al-Ghandour en Corea-Japón, y de tantos tropiezos, estábamos viviendo la posibilidad de levantar nuestra primera Copa del Mundo.

Y así comenzaba la gran final, después de una gala de clausura magistral. Holanda de naranja y España totalmente de azul.

Tras un inicio de partido en el que España dominaba la pelota y los holandeses no encontraban su sitio. El doble pivote de la oranje sacó el cuchillo y comenzó a dar patadas a todo el mundo que vistiese la camiseta azul de España. Las órdenes de Van Marwijk eran claras: España no tenía que jugar con comodidad y a la mínima paraban el juego con constantes faltas. Pedro volvía a moverse como pez en el agua entre líneas y el primer aviso vino de la mano (de la cabeza más bien) de Sergio Ramos. Volvíamos a empezar bien, con sensaciones similares al partido que disputamos contra los alemanes.

El partido entró en una espiral de duras entradas que el pésimo colegiado inglés, Howard Webb, quiso cortar por lo sano. Se puso el traje de pistolero y España salió perdiendo: dos tarjetas a dos defensas españoles (Puyol y Ramos) y tres tarjetas para los holandeses (Van Persie, Van Bommel y De Jong, que mereció una roja como una casa después de marcarle la bota en el pecho a Xabi Alonso). La selección había perdido el balón y el norte en pocos minutos y Holanda estaba más a gusto con el juego bronco. Tocaba volver a tocar, tocar y tocar para volver a llevar el peligro a la portería defendida por Stekelenburg.

Consiguieron achantarnos durante algo más de veinte minutos y llevaron el partido al terreno que les gustaba: la presión, al límite del reglamento. Llegaba el descanso: empate a cero, una primera parte más bien fea.

Comenzó la segunda mitad con una final algo más abierta en la que España tenía más el balón en campo contrario. Por momentos los holandeses también se acercaban con peligro y el partido presentaba más alternativas. Eso sí: los tulipanes al contragolpe y a base de patadas, patadas y más patadas. Sin duda, la Holanda más salvaje que se ha visto. Arjen Robben se quedó sólo ante Casillas, quien aguantó hasta el último segundo en el uno contra uno. Un gol de los holandeses hubiese sido mortal. Y apareció San Iker. Nos estaban, poco a poco, comiendo el terreno.

Llegamos a la prórroga y ya para entonces el único recurso de Holanda pasaba por la velocidad de Robben y las jugadas a balón parado, esperaban agazapados el fallo de España. Los jugadores españoles no mataban el partido. Jugábamos contra los elementos: contra las patadas y el juego duro, contra el árbitro y contra nuestra propia falta de puntería. Aún no sé cómo mi corazón (y el de más de 45 millones de españoles) aguantaba el chaparrón.

Entraba Torres por Villa y esto hacía que la defensa holandesa se retrasase un poco más. Pero cuando Xavi se asocia con Iniesta no hay nada que hacer. Así provocaron la segunda tarjeta amarilla para Heitinga. Holanda ya solo quería los penaltis. Los tulipanes a base de patadas y más patadas estaban a un paso de llegar a las penas máximas. El fútbol no podía ser tan injusto.

Entonces llegó la jugada, Torres cuelga un balón desde la parte izquierda para Iniesta, despeja Van der Vaart y el balón le cae a Fàbregas que mete un pase en profundidad a Iniesta y... el resto ya es historia, leyenda de la historia del fútbol, un gol que gritó toda España. ¡Qué lágrimas! Premio al buen fútbol. Fuera las patadas y el anti-fútbol holandés. El Mundial lo ha ganado el fútbol, el toque, y como hubiera dicho Andrés Montes, el tiki-taka. Campeones de Europa. Campeones del Mundo. Gracias por hacernos disfrutar del mejor fútbol.

Ahora quiero pedir a cada uno de los seguidores, colaboradores y amigos de este blog que, a continuación, dejéis un comentario de como habéis vivido este acontecimiento histórico, cuales han sido vuestras impresiones. Muchas gracias a todos y hoy, más que nunca, ¡VIVA ESPAÑA!

3 comentarios:

  1. Pues yo lo vive en casa de mis Suegros

    Y cuando Iniesta marco el gol, boni se asusto de los gritos y salto a los rodillas de nico, que lo cogió y lo tiro por la puerta, justo cuando pasaba Jose Luis, que se llevo 4 arañazos.

    Fue un momento de total locura....

    Por un momento pensé que el arbitro iba a pitar fuera de juego o yo que se. Pero nooooo

    CAMPEONESSSSSSSSSSSs

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  2. Yo lo viví en casa de los Sejas. Ana cada vez que se acercaban los holandeses pegaba su grito que nos ponía cada veza más nerviosos. Cuando metió Iniesta todos saltamos de alegria cayeron las cocacolas al suelo..las fantas...un niño lloraba del susto...y luego todos fuimos a la piscina

    Campeones!!!

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  3. Yo lo viví con nervios en casa del Chino, y cuando marcó Iniesta estallamos junto con los vecinos en un grito inacabable. Durante el partido tuve que soltar en varias ocasiones la cerveza que tenia en una mano y al niño que se me subía encima los nervios me hacian rematar de cabeza o con el pie y corrian serio peligro. Empecé el partido sentado en un puff y lo acabé de rodillas delante de la TV.

    Cuando el arbitro pitó el final me acordé de las veces que he llorado por lo injusto que era que nunca ganasemos nada, de todas las veces que soñé que yo ganaría esa copa para España, como Oliver y Benji jejeje, y después de acordarme de todos los que se la merecieron y nunca la ganaron también lloré aunque la mayoría de mis lagrimas fueron por dentro. Para mi el mundial es algo especial, este mes cada 4 años tiene la capacidad de hacerme feliz, de devolverme a mi niñez, todo tiene un aroma diferente, huele a cromos de panini, a camisetas de paises que siempre coleccionamos, a ver banderas en los balcones, a anuncios de fútbol argentinos, etc.
    Y después... despues se desató la euforia y me bañé en la piscina de la urba y me tome un par de copillas y alargué tanto la noche que se me juntó con el dia y la hora de ir a trabajar. Esa noche consumí todos los programas deportivos, los periodicos españoles e internacionales a traves de internet y quise que no se acabase nunca ese momento. Eramos campeones, y estaba orgulloso de ganar jugando así.
    VOLVEREMOS A SER CAMPEONES COMO EN EL 2010

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